El magret de pato es una carne perfecta para servir en una mesa de celebración. No es excesivamente complicada de cocinar y prestando un poco de atención queda jugosa y excelente de sabor.
Combina muy bien con los cítricos dado que la piel es bastante grasa, así que lo hemos acompañado con una salsa agridulce de caramelo y naranja y limón.
Para aportar cremosidad al bocado y aguantar la jugosidad de la carne hemos preparado un puré de patatas violeta sobre el que hemos servido el magret.
El resultado: una receta para triunfar en ocasiones especiales con un producto excepcional como es el magret de pato, de alta calidad sin ser excesivamente caro.
Ingredientes:
1,5 kg. de pechuga o magret de pato
Un cuarto de litro de caldo de carne
Dos naranjas
Medio limón
Una cucharada de vinagre balsámico
Dos cucharadas de azúcar
Dos cucharadas de aceite de oliva
Pimienta negra
Patatas violeta
Sal
Elaboración:
En primer lugar prepararemos la bandeja del horno forrándola con una hoja de papel de aluminio para no ensuciar. La volvemos a colocar en el horno en una posición media y sobre ella la rejilla del horno donde pondremos las pechugas. La idea es que las pechugas se cocinen sobre la rejilla y la grasa vaya cayendo sobre la bandeja.
Precalentamos el horno a 225º C.
Con un cuchillo bien afilado, hacemos incisiones sobre la piel de las pechugas dibujando un enrejado al sesgo en tiras distanciadas unos 5 cm aproximadamente.
Salpimentamos por las dos caras con sal fina y pimienta, sobre todo por la cara que tiene piel.
Embadurnamos las pechugas con aceite de oliva y las colocamos sobre la rejilla del horno con la piel hacia arriba.
Cocinamos durante unos 5 minutos, damos la vuelta poniendo la cara de la carne hacia arriba y cocinamos otros 5 minutos. Finalizamos repitiendo la operación de nuevo.
Mientras se cocinan las pechugas preparamos la salsa:
Pelamos una de las naranjas y cortamos su piel en juliana. Extraemos el jugo de la naranja y también del medio limón y reservamos.
En un cazo preparamos un caramelo rubio con las dos cucharadas de azúcar y unas gotas de agua. Antes de que se nos ponga demasiado oscuro el caramelo añadimos el vinagre balsámico y removemos.
Incorporamos el caldo de carne, la piel de naranja en juliana y dejamos reducir la salsa a fuego suave.
Pelamos la otra naranja y sacamos sus gajos a lo vivo, es decir retirando la piel en el corte.
Cuando el pato esté en su punto (podemos cerciorarnos de que la carne está jugosa y sonrosada en su interior ayudándonos con un termómetro de cocina: el interior de cada pechuga debe alcanzar 60º), lo retiramos del horno y reservamos caliente.
Recuperamos la grasa que ha soltado el pato mezclándola con los zumos de naranja y limón reservadas y añadiéndola a la preparación anterior.
Cocinamos la salsa unos minutos más y añadimos la naranja en gajos.
Servimos las pechugas de pato junto a la salsa sobre un puré de patatas violeta.
Excelente receta, estupenda su salsa y en global todo un espectaculo de receta que viene muy bien para la ultima cena del año. Besos y Feliz Año Nuevo
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